El médico veterinario no se ocupa sólo de curar enfermedades también se encarga de evitar, en la medida de lo posible, que aparezcan o se agraven.
Las consultas rutinarias son fundamentales sobre todo a partir de una determinada edad para poder realizar tratamientos precoces antes de que la enfermedad se instauren.
Según edad, zona donde resida, zona donde se vaya a viajar, época del año, etc.
hay que programar una serie de controles periódicos y de tratamientos preventivos.